Sin agua no hay vida, o al menos no como la conocíamos. Vivimos en este planeta azul, y si es especial entre un vasto e inerte espacio exterior, es porque cumple las condiciones necesarias para sustentar la vida. Todas las células, tanto animales como vegetales, contienen una gran cantidad de agua; alrededor del 75 %. Estas células necesitan grandes cantidades de agua para sobrevivir. Sin duda, el agua es un elemento esencial que forma parte de todo y da forma al mundo tal y como lo conocemos. Por lo tanto, tenemos que hablar de la huella hídrica.
¿Por qué es tan importante la huella hídrica?
El agua dulce es el recurso natural más utilizado en los productos que consumimos a diario. ¿Sabemos cuánta agua se necesita para producir cada uno de estos alimentos? Aquí es donde el concepto de huella hídrica arroja luz y despeja dudas sobre la cantidad de agua utilizada para cada producto. Investigadores de University of Twente (Países Bajos), Arjen Hoekstra y Mesfin Mekonnen, desarrollaron este concepto en 2002. Su objetivo era mostrar el impacto, en cantidad de agua, que tienen los objetos cotidianos.
En el contexto actual de cambio climático y aumento de la población, existe una gran presión sobre los recursos hídricos. Esto significa que el acceso al agua dulce está disminuyendo de manera crítica y continua. Actualmente, la falta de recursos afecta a 4 de cada 10 personas, y para el 2025 podría afectar al 67 % de la población. Por eso, es necesario tomar conciencia de la importancia del agua. Es fundamental reducir el uso de recursos para mejorar la capacidad de adaptación a un futuro complejo. Marc Buckley es miembro de la Red de Expertos en Innovación y Agricultura, Alimentos y Bebidas del Foro Económico Mundial y uno de los mayores defensores de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Él asegura que “el agua es el recurso más valioso que tenemos”. Esto se debe a que el recurso es transversal y afecta directa o indirectamente a todos los ODS. Por ello, solucionar los problemas relacionados con la falta de agua de calidad mejoraría la situación actual de todos los ODS.
”Actualmente, la falta de recursos afecta a 4 de cada 10 personas, pero para el 2025 podría afectar al 67 % de la población.
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¿Cómo podemos calcular la huella hídrica?
La huella hídrica de un producto es la cantidad de agua que se consume o contamina en todas las etapas de producción. Se mide en unidades de volumen (litros, metros cúbicos, galones, etc.), lo que da una idea del impacto que tiene un artículo determinado en el uso del agua dulce. Por lo tanto, toma en cuenta el agua utilizada directamente en la producción y la parte indirecta utilizada en su materia prima. Por ejemplo, si queremos medir la huella hídrica de 2 libras de carne de res, podríamos considerar no solo el agua consumida por el animal, sino también el agua necesaria para producir los alimentos y el agua contaminada en el proceso. Posteriormente podemos agregar el agua necesaria para transportar la carne al supermercado, la que se usa para mantenerla refrigerada, etc.
Categorías de la huella hídrica
Hay tres categorías basadas en el origen del agua utilizada en la fabricación de un producto. Esta es la propuesta que hizo el profesor Hoekstra en 2008 sobre la Red de Huella Hídrica:
- Huella hídrica verde: precipitación y evaporación del agua que se utiliza en la fabricación de un producto. En el caso de un campo de arroz, sería la lluvia que cae directamente sobre el campo y la porción que se evapora.
- Huella hídrica azul: el agua superficial o subterránea de fuentes naturales o artificiales regulada por las instalaciones o la infraestructura. Suele ser la porción más grande en la mayoría de los productos. En el caso de un campo de arroz, sería el agua para regar proveniente de acequias o bombeo.
- Huella hídrica gris: cantidad de recursos necesarios para asimilar la contaminación producida durante el proceso de fabricación. En el caso de un campo de arroz, sería el agua necesaria que necesita el ambiente para asimilar los productos químicos utilizados durante la producción (fertilizantes, herbicidas, pesticidas, etc.).
La huella hídrica del café es de aproximadamente 52 galones por taza.
¿Cómo podemos reducir nuestra huella hídrica?
La famosa frase del físico-matemático británico del siglo XIX William Thomson Kelvin destaca la importancia de la medición para mejorar cualquier proceso: “A menudo digo que cuando puede medirse aquello de lo que se habla para expresarlo en números, se aprende algo al respecto; pero cuando no puede medirse, cuando no puede expresarse en números, el conocimiento es de tipo magro e insatisfactorio; puede ser el comienzo del conocimiento, pero en el cerebro, ya que apenas ha avanzado al estado de Ciencia, sea cual sea el asunto”.
Lord Kelvin, 1883
Por ello, el primer paso para reducir la huella hídrica es conocerla y calcularla. Pero hay recomendaciones adicionales para reducir la huella hídrica:
- Reducir el consumo de algunos productos. Por ejemplo, consume más frutas, verduras y alimentos frescos.
- Consumir productos locales. Comprar a los agricultores locales reduce el impacto indirecto del producto en el agua.
- No comprar productos que no sean de temporada. El almacenamiento o la importación de productos aumenta la huella hídrica del producto.
- Evitar el desperdicio de alimentos. Compra responsablemente.
- Impulsar y promover la economía circular para reducir el consumo de agua y la contaminación. Reutilizar y reducir el consumo tiene un impacto positivo en la reducción del uso de los recursos hídricos.
- Promover el uso responsable del agua. Por ejemplo, evita tomar baños y promueve el uso de la ducha.
- Beber agua del grifo. El agua embotellada tiene un impacto medioambiental mayor que el agua del grifo.